La innovación tecnológica ha pasado a entenderse no tanto como una forma de ofrecer productos y experiencias mejores y más satisfactorias a la gente, sino más bien como otro medio más de redoblar la dominación , la extracción  y el crecimiento. La cadena de montaje, por poner un ejemplo, tenía poco que ver con  hacer mejores productos o fabricarlos más deprisa: su auténtico propósito era minimizar la dependencia de la empresa de trabajadores cualificados que pudieran exigir salarios justos. Las empresas tecnológicas actuales han heredado esos mismos principios. Aspiran a los monopolios porque esa es la estructura para controlar un nuevo mercado. Las historia que publican los medios sobre los nuevos magnates de la tecnología ocultan el simple hecho de que tras ellos está la misma población de siempre, haciéndose más rica aún. Formarnos en base a las nuevas necesidades de las corporaciones es un juego peligroso. Aprender a programar puede parecer la próxima gran oportunidad de encontrar emeplo en USA o Europa. pero solo lo será hasta que las empresas empiecen a subcontratar el desarrollo de software a la India o Europa Oriental o directamente a la inteligencia artificial. "La supervivencia de los más ricos". Douglas Rushkoff